viernes, 16 de mayo de 2008
Desmontaje -- Día 1-- Nueva etapa
Hoy comenzamos a trazar los primeros bocetos para el desmontaje de la obra. La única consigna se liga a la posibilidad de abismarse en lo mensurable de un trayecto recorrido. La forma que tomará este nuevo trabajo...pues bien, no lo sabemos. Sospechamos el impulso que nos mueve a percibir instantes donde surge la particularidad de cada cada actor; donde se devela el proceso de su creación sobre el material que dio cuerpo a la obra. Quizá sea una suerte de "lado B" de nuestro "Prometeo hasta el cuello", un espectáculo del espectáculo. Breve y colocado en la intensidad de una indagación personal. Conciencia, atención de la búsqueda que se plasma en la individualidad de los actores. Implosión de los materiales. Nuestro Prometeo irradia puentes para ponernos en tensión con lo creado. En esta primera instancia, planteamos una gran libertad para gestar los materiales de cada intérprete; la única restricción es tender puentes individuales con la obra. Particularizar esos lazos. Hoy pasamos por dudas, angustias, temores, ansiedades y por qué no, cierto aroma trágico --que ya, a esta altura, es nuestra fragancia patentada-- ante la aspereza de lo nuevo. Y sin embargo, por los trabajos que vimos pasó la voz del pequeño Joshua y su aporte a la composición de una Rodríguez exasperante; una intertextualidad de voces para dar cuerpo a Pontani; una remix de Silvina Basualdo entre Pizarnik, Cortázar y un discurso de Evita Capitana. También, un disección gala de nuestra Asistente general, con textos de Corneille, electrocardiogramas y cuadernitos Gloria. Los espejos de algunos personajes de la obra en el cuerpo de González. Y el relato de Elisa Tobar -Io- Lucía Rossi desgarrado entre Patti Smith y resonancias personales. Bien, acá estamos.
¿Qué es "el distanciamiento" del que Brecht hacía una máxima para la actuación del actor? Es una puesta en evidencia en la actuación misma, de la brecha entre ésta y lo real. Pero en un nivel más profundo es una técnica de desmontaje de los lazos íntimos y necesarios que unen lo real al semblante, lazos resultantes del hecho de que esta última es el verdadero principio de situación de lo real, lo que localiza y hace visibles los brutales efectos de la contingencia de lo real"
Alain Badiou en "Pasión de lo real y montaje del semblante".
Y sumo un poema del pintor ruso Kazimir Malevich. Palabra inspiradora de estos días. Y quizá, por qué no, de este nuevo proceso.
...Para escuchar el hálito de un día nuevo en el desierto
lávate el oído, borra los días antiguos, sólo así
serás más sensible y más blanco
pues mancha oscura ellos yacen sobre tus hábitos
en la sabiduría, y en el soplo de la ola
se dibujará para tí lo nuevo.
Tu pensamiento encontrará los contornos, imprimirá el sello de tu rumbo.
Es ese oído que es preciso lavar para encontrar los contornos. La atención se cumple como invención del contorno, sello de un rumbo, y no a través de la captación de una idealidad preexistente. Malevich nos dice qué es el acto sustractivo: inventar el contenido en el lugar mismo de la diferencia mínima, donde no hay casi nada. El acto es un "día nuevo en el desierto."
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